domingo, 2 de noviembre de 2014

Camino infinito

Un susurro en el oído, un abrazo por la espalda, una sonrisa de lejos. 
Pasan los días, los meses, los años y todo sigue igual, mis sentimientos no cambian.
Un imposible eterno eso de querer olvidarte, un regalo ansiado el poder estar contigo. Y me he preguntado tantas veces por ti, he recorrido caminos infinitos para buscar una respuesta a mi vida y solo encuentro al silencio, más incógnitas sin resolver, páginas en blanco. Y me desespero, mi cabeza se vuelve un remolino, un cúmulo de cosas apiñadas como si estuvieran en un cajón demasiado pequeño. Y cuando creo que el final del camino está cerca, que mi respuesta va a llegar, apareces tú y tu maldita sonrisa, el motivo de todas mis dudas, la razón de mi locura. Y me vuelvo más loca aún, porque la quiero tan cerca como nuestros cuerpos lo permitan, y quiero rozar mi nariz con la tuya y que nuestras respiraciones se junten como se juntan nuestras manos por debajo de la mesa, y me quedo mirándote mientras todos duermen porque ,sinceramente, es algo que podría hacer durante el resto de mi vida. 
Pero la noche acaba y ya no estás a mi lado y cariño, he vuelto al principio de mi camino infinito. 
Y ahora entre las notas de mi canción favorita sonrío, porque he vuelto al principio del recorrido pero no puedo enfadarme, no puedo llorar por mis momentos de locura, porque no me importa empezar de nuevo si es por ti. 

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